Lo que siempre figura como compromiso social con los habitantes
de los sectores más apartados de la capital tachirense, encontró en esta
oportunidad su ingrediente de terror cuando un convoy de las Faes preparó una
celada a la altura e la población de San Félix para amenazar con armas de
guerra a tres damas, entre ellas, a la gobernadora Gómez, que se aprestaban a cumplir con sus
responsabilidades como primera autoridad civil del Táchira.
Este incidente no impidió que minutos más tarde la comunidad
de Castellón recibiera con entusiasmo a la gobernadora y a parte de su tren
ejecutivo, entre ellos al personal del Instituto del Deporte Tachirense que
días antes estuvo trabajando en la remodelación de la cancha deportiva del
sector, la cual se encontraba en deplorables condiciones.
Tras denunciar el hostigamiento que se hace desde el
protectorado a su gestión, la gobernadora Laidy Gómez supervisó el trabajo del
personal de Corposalud, reinauguró la
cancha de la comunidad de Castellón e hizo entrega de material deportivo a los
dirigentes de ese sector. También compartió
la alegría de los niños y jóvenes junto al personal de la Unidad de Deporte
para Todos.
