domingo, 1 de agosto de 2021

DEL INTENTO A LA GLORIA
YULIMAR ROJAS CAMPEONA POR MUCHO
EN LOS JUEGOS OLIMPICOS TOKYO 2020

 


“Casi se sale de la fosa”, soltó un comentarista mexicano, de esos que tienen las hipérboles a flor de labios pero, no era para menos, Yulimar Rojas acababa de dejar atrás el record del mundo impuesto en los Juegos de Atlanta y marcaba la era suya con un 15,67. 17 centímetros más que la marca vigente hasta este 1 de agosto impuesta por la ucraniana Inessa Kravets.

La venezolana, que en su vestimenta le hace guiños a las prendas de la mujer maravilla, voló en su último intento sobre el arenal de la pista del estadio nacional de Tokio, se llevó las manos y la cabeza, antes de dar rienda suelta a la eufórica celebración, tras comprobar que la bandera blanca aprobaba su registro de 15,67.

Yulimar ya estaba en posesión del record olímpico. Lo estampó en su primer salto de la final al imponer un 15,41. Luego vino una confusión, después el fould, dos intentos más y finalmente el imponente galope de la perfecta técnica ajustada por su entrenador Iván Pedrozo que repite hasta el cansancio antes de llegar a la plataforma de lanzamiento.

Izquierda, Izquierda, luego derecha y despegue para alcanzar la altura suficiente que le permitió surcar el espacio existente entre el intento y la gloria. Así lo describen los manuales, así lo hizo, para luego darle curso a los abrazos, la bandera en los hombros y finalmente la convicción de que su nombre estará asociado al trabajo, a la constancia y el compromiso con  su país.    

Venezuela celebra por todo lo alto su tercera medalla dorada en la historia de su participación olímpica, la primera obtenida por una mujer y la segunda de Yulimar Rojas. Esta muchacha de 1,92 metros de estatura y cuya mayor motivación ha sido convertirse en una inspiración para la juventud de su venezolana, tiene un puesto asegurado en la historia del atletismo mundial.   

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