La familia del deporte tachirense no quiso que las circunstancias les dejaran sin el tradicional compartir navideño y armados de tapabocas, hallacas, ensalada express y bebidas endulzantes festejaron y brindaron este viernes 18 de diciembre, deseando que el inicio de la década del 21 traiga mejores oportunidades para nuestras familias y para nuestros atletas.
Ha sido un año difícil, plagado de retos donde el personal del Instituto del Deporte Tachirense ha demostrado un complejo grado de pertinencia, de abnegación y de responsabilidad, asumiendo compromisos qué, durante sus últimos años, no se proyectaron en los planes anuales de la institución.
Sin embargo, hubo celebración, rifas, bailes, humoradas, bioseguridad y el gesto cordial de todos que, en familia, departieron 2 buenas horas de cotilleo en el Salón de la Fama del IDT: Cuentos de la pandemia, nómina paga, responsabilidades administrativas, papeles que se quedaron, metas cumplidas, la satisfacción por el trabajo y Instituto de par en par.
En la parte formal, el presidente Ismael Carreño, dio gracias a Dios y a quienes hicieron posible el compartir, agradeciendo el esfuerzo y la dedicación una buena parte de la plantilla de trabajadores. Pidió un recordatorio por los ausentes, algunos que no pudieron estar presentes y por los que ofrendaron los mejores años de su vida para engrandecer el deporte tachirense.
Sobriedad y el deseo por unas fiestas en familia, guardando
las medidas recomendadas para afrontar la pandemia y podernos reencontrar el
año por llegar.
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