lunes, 16 de noviembre de 2020

EL INSTITUTO DEL DEPORTE TACHIRENSE SIGUE EN CAMPAÑA POR LOS DAMNIFICADOS


“Haremos un esfuerzo por ayudar a quienes lo perdieron todo, aunque no tengamos mucho”.......              N
o hay mucho que explicar después de este testimonio de uno de los obreros del Instituto del Deporte Tachirense. Cualquier aproximación a la sintaxis del primer párrafo se queda contenida en el desprendimiento que hace la población tachirense por socorrer las carencias que han dejado los torrenciales aguaceros. 

El Instituto del Deporte Tachirense sigue en campaña recolectando alimentos no perecederos, ropa y calzado en buen estado, agua, enseres, utensilios de cocina, cobijas, medicinas y cualquier otro material que puedan necesitar a quienes la fuerza de la naturaleza, los dejó solo con la voluntad de seguir adelante. 

Los centros de acopio ubicados en las oficinas administrativas del IDT, en las Villas Deportivas de Pueblo Nuevo y en el estadio Táchira, estarán a disposición de la familia deportiva tachirense, así como de cualquier ciudadano, empresario, factoría que quieran aportar parte de su generosidad para ayudar a paliar la necesidad de un niño, anciano o familia en extremo estado de vulnerabilidad. 

“Hemos visitado la zona del desastre de Zorca y sus sectores adyacentes y se hace indescriptible el panorama de destrucción que ha generado el desbordamiento de la quebrada La Zorquera”, aseveró el presidente del IDT, Ismael Carreño. “Son cientos de familias que lo perdieron todo”. De allí la necesidad de tender una mano solidaria a nuestros coterráneos. 

El sector deportivo se ha caracterizado por su desprendimiento en este tipo de desastres. Son repetidas las veces en que los deportistas han respondido contundentemente para aliviar las penurias de los damnificados. 

En esta oportunidad han sido los trabajadores del Instituto del Deporte Tachirense quienes se han puesto a la vanguardia para reunir la mayor cantidad de donaciones y luego hacerlas llegar al sector que más lo necesite. 

Pero este esfuerzo se acrecentará si cada uno de los que no han colaborado, se animan a arrimar “su sardina a la brasa”. Entonces podremos socorrer a otros tantos y así sucesivamente, ayudar a nuestros hermanos a recobrar la energía y el espíritu para seguir reconstruyendo sus vidas. Los esperamos en los centros de acopio.

 

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